domingo, 9 de noviembre de 2014

Maripuri, una mujer heterosexual (I)

Maripuri, una mujer heterosexual, anuncia en fb a sus amistades que está embarazada. Las felicitaciones se suceden. Entre éstas, un comentario de un hombre heterosexual que dice lo siguiente: "Olé ese Manolo, qué crack!" -Manolo es el marido de Maripuri-. Ese comentario, que tenía más "me gustas" que ningún otro, incluido el de la propia Maripuri, es un ejemplo palpable y eficaz de machismo, sexismo y apología de la heterosexualidad. Ese comentario, aparentemente inocuo, está no sólo naturalizado y normalizado, sino que también es oído de un modo recurrente en situaciones como ésta. Un comentario que resulta verdaderamente ofensivo, y que alimenta lo que se ha venido llamando "cultura de la violación". Trataré de explicar por qué. 

1. Ignorarla. Para empezar, este comentario ignora de manera deliberada a una mujer que está dando una noticia sobre SU estado, sobre el estado de SU cuerpo, desde SU muro y quien hace un comentario así, ni siquiera se dirige a ella, ni siquiera le dirige la palabra, sino que directamente la ignora. No le habla. No le pregunta qué tal se encuentra, si todo marcha bien, si necesita algo...; tampoco la felicita, ni le desea lo mejor, ni muestra sorpresa ante la noticia... Nada. simplemente, ella no existe.

2. Potenciar la invisibilización de ella hablando de él. Pero es que el asunto va más allá. Y es que la existencia de ella, su estado, está en función del marido de ella, un hombre que ni aparece en la conversación, ni ha dado la noticia, ni está en ese muro, ni se le espera. Es decir, que el sujeto que hace este comentario, no sólo ignora a Maripili, sino que no puede tolerar que Manolo no esté presente, y tiene que traerle a la conversación a toda costa. Ella, no sólo no es nombrada, sino que es ignorada, y sin embargo a él se le nombra -aún no estando si quiera en la conversación-.

3. Invisibilización de los "méritos" de ella y amplificación de los de él.
Este comentario, además, resulta especialmente ofensivo, por la alabanza -"qué crack!"-que el sujeto que lo hace dedica a Manolo, motivada por la "gran hazaña épica" de que uno de sus espermatozoides haya fecundado un óvulo de Maripuri. Por supuesto que los óvulos de Maripuri, como la propia Maripuri, no existen, y no tienen más entidad propia ni más finalidad en el mundo que servir de meros continentes de las grandes hazañas del héroe, el hombre, el macho, Manolo. Como si dejar embarazada a una mujer fuese una heroicidad, algo más propio de caballeros andantes o superhéroes que de los mamíferos.
 
4. Desprestigio de otras masculinidades. Por otro lado, si la heroicidad consiste en "preñar a una mujer", cabe pensar, como es evidente, que los hombres infértiles, los vasectomizados, los impotentes, los maricas y los trans*, son todos unos mierdas que nunca van a poder llegar a la categoría de "héroe", de "macho peñador". Nunca serán "un crack", esto es obvio.

5. Identificación de la heterosexualidad con la fecundidad, la destreza amatoria y la masculinidad. Además, está todo ese asunto de vincular el vigor sexual, con la masculinidad, la heterosexualidad, el nivel de hombría y la actividad espermática, como si cada uno de esos conceptos fuese indisoluble correlato del anterior. Como si no se pudiese ser marica y masculino, o vigoroso e infértil, o cualquier otra combinación posible. Es más, como si no se pudiese dejar embarazada a una mujer siendo un pésimo amante, o más aún, siendo marica. 

6. Naturalización de la cultura de la violación. Pero lo que más me preocupa no es que este tipo de comentarios se signa (re)produciendo, sino el hecho de que sean naturalizados, aplaudidos y, en el mejor de los casos, justificados por quienes se consideran feministas, por quienes consideran que están en relaciones igualitarias, por quienes siguen creyendo que son, eso es lo triste, más modernas que sus abuelas. 

Un comentario así alimenta la cultura de la violación. Un "me gusta" en un comentario así, la perpetúa. 

NOTA: Más info sobre la Cultura de la violación, aquí

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